Vomitar no es nada agradable, y esto es peor aún cuando sucede durante el parto. Este problema puede deberse a diferentes factores y requerirá ciertos cuidados por parte de la mujer.
Los vómitos durante el parto son un episodio habitual para muchas mujeres.En la mayoría de los casos, suceden sin ninguna advertencia. ¿Qué es necesario saber acerca de este síntoma?
Es necesario saber que pueden deberse a diversos factores, como fluctuaciones hormonales o incluso debido a un examen vaginal, y que existen algunas formas de combatir los vómitos, tal y cómo te contaremos en este artículo.
Ciertamente, los estudios confirman que los vómitos son una experiencia común no solamente durante el parto, sino durante todo el embarazo. De hecho, afectan al 70-80% del total de las mujeres embarazadas.
Aunque la mayoría de las mujeres con náuseas y vómitos durante el embarazo tienen síntomas limitados al primer trimestre, un pequeño porcentaje de ellas tiene un curso prolongado con síntomas que se extienden hasta el parto.
En primer lugar, analicemos cuáles son las posibles causas que pueden relacionar en el tiempo los vómitos y el parto.
¿Qué efectos pueden tener los vómitos sobre el parto?
1. Liberación de prostaglandinas
Las prostaglandinas son hormonas que se liberan en grandes cantidades, sobre todo, en la primera fase del parto, la fase latente, cuando comienzan las contracciones que irán modificando poco a poco el cuello del útero para que pueda comenzar el parto activo, una vez que dicho cuello del útero esté fino y con unos 3-4 centímetros de dilatación.
La producción de prostaglandinas puede provocar naúseas, vómitos, y una mayor motilidad intestinal, favoreciendo que vaciemos el sistema digestivo.
2. Contracciones y distensión de las vísceras intestinales
Este es otro de los motivos que pueden explicar la aparición de los vómitos durante el proceso de parto. Las contracciones continuadas y seguidas durante este, pueden producir una movilidad brusca y la distensión de las vísceras digestivas, y esto es una posible causa para la aparición de los vómitos.
3. Dolor
En ocasiones, un dolor agudo intenso puede facilitar también la aparición de náuseas y vómitos. Recordemos que el dolor del parto tiene una causa fisiológica, y en teoría, está preparado para ser soportable, pero los condicionantes negativos, los miedos, el entorno, y la propia gestión de este dolor (que es siempre subjetivo, pero real), pueden explicar la aparición de esta sintomatología durante el parto.
4. Analgesia epidural y oxitocina
Se ha observado que uno de los efectos secundarios tanto de la analgesia epidural cómo de la administración de oxitocina sintética puede ser la aparición de estas náuseas y vómitos.
5. Hipotensión arterial e hipoxemia
Permanecer tumbada boca arriba (decúbito supino) durante el proceso del parto, o la propia analgesia epidural puede producir una disminución brusca de la tensión arterial, y la hipoxemia (disminución de la “cantidad” de oxígeno en sangre arterial), puede ser una consecuencia de esta disminución de la presión sanguínea, o de otros factores, como una respiración ineficaz que no permita el adecuado intercambio gaseoso en los pulmones. Ambas, pueden causar vómitos.
Incluso largos periodos de inanición (si comer nada) también pueden provocar nauseas a algunas personas.
La primera y más evidente de las consecuencias que puede tener vomitar es el malestar que provoca; es una sensación incómoda y desagradable para cualquier persona que sufra esta sintomatología.
Además, habría que observar y vigilar que no se produzcan en una cantidad excesiva, y que las causas no fueran patologías gastrointestinales, para evitar una posible deshidratación y sus consecuencias