Nuestro artículo de hoy estará completamente dedicado a la inseminación artificial, así es, un método de reproducción asistida que es cada vez más utilizado. Nuestro propósito es informarte hasta del más minimo detalle de este tratamiento, orientandote en todo lo que necesitas saber para llevarlo a cabo.
Empecemos por lo más básico y esencial. La inseminación artificial es un procedimiento de reproducción asistida que consiste en la colocación de semen previamente preparado en un laboratorio en el interior del útero de la mujer. De esta forma, se consigue aumentar las probabilidades de que el óvulo quede fecundado por el espermatozoide y, por tanto, que el embarazo ocurra. El semen utilizado puede provenir tanto del hombre de la pareja como de un donante.
Antes de proceder a realizar la inseminación artificial en la mujer se procede a realizar una serie de análisis y pruebas para determinar si hay posibilidad de llevarla a cabo. En primer lugar, se hace una prueba para detectar enfermedades tales como la hepatitis C, el sida, la rubeola, la sífilis o la toxoplasmosis. Esto se hace para evitar contagios tanto en la pareja como en el futuro bebé. También es necesario comprobar la permeabilidad tubárica de la mujer para conocer si sus trompas de Falopio son funcionales.

El primer paso es saber la procedencia del semen, cuando el semen procede de la pareja de la mujer que se somete a la inseminación, este dona su semen para que desde un laboratorio se seleccionen aquellos espermatozoides con una mejor movilidad para aumentar las posibilidades de que lleguen al óvulo. En otros casos, el semen que una mujer elige para la inseminación puede pertenecer a un donante anónimo, ya sea por motivos de mala calidad o inexistencia de espermatozoides en el semen de su pareja o porque decida tener un hijo sin pareja.
Existen varios tipos de inseminacion artificial dependiendo de donde se produce la inseminación de los espermatozoides en el útero de la mujer:
- Inseminación artificial intratubárica.
- Inseminación artificial intracervical.
- Inseminación artificial intravaginal.
- Inseminación artificial intrafolicular.
- Inseminación artificial intrauterina.
De todas estas opciones la que suele dar mejores resultados es la inseminación artificial intrauterina.
Para saber el momento óptimo para realizar la inseminación, se estudia el ciclo ovárico de la mujer. Se puede realizar de manera adicional una estimulación ovárica a través de hormonas para facilitar el proceso, aunque se debe hacer con precaución pues de lo contrario pueden producirse gestaciones múltiples.
Cuando llegue el momento, se introduce el semen en el cérvix de la mujer a través de una cánula. Se trata de un proceso indoloro y que únicamente requiere de un reposo posterior de 30 a 60 minutos.
Las probabilidad de éxitos en este tratamiento van a variar según la edad de la mujer, para mujeres menores de 35 años en un único ciclo se sitúa entre el 13% y el 25% si el semen proviene de la pareja; en el caso de un donante esta cifra sube entre un 18% y un 29% de éxito.

Tras 4 ciclos de inseminación, la tasa de embarazo para la inseminación procedente del semen de la pareja se sitúa entre un 50% y un 60%, mientras que para la inseminación procedente de un donante se sitúa entre un 60% y 70%.
Si deseas optar por este método de reproducción asistida puedes contactarnos y nuestros especialistas se encargarán de realizar los examenes pertinentes para este caso y te dirán si eres candidata para optar por este tratamiento. ¡Juntos encontraremos el mejor tratamiento de reproducción asistida según sea tu caso!
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